Description

Copihue (Lapageria rosea)

El copihue es la flor nacional de Chile y una planta trepadora o enredadera de gran belleza. Se caracteriza por sus grandes flores en forma de campana, que pueden variar en colores como el rojo, blanco, rosado o incluso en tonos morados, dependiendo de la variedad. Sus hojas son de un verde brillante y su crecimiento es vigoroso, pudiendo alcanzar hasta 5 metros de largo en condiciones ideales. La floración ocurre en primavera y verano, y sus flores, además de ser hermosas, tienen un aroma suave que atrae a polinizadores como colibríes.

Cuidados:

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Luz: Prefiere lugares con sombra parcial o luz filtrada. Aunque puede soportar algo de sol directo, especialmente en climas más frescos, no tolera el sol directo durante las horas más intensas, ya que esto puede dañar sus hojas.

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Riego: Requiere un riego regular, especialmente en verano. Es importante mantener el sustrato ligeramente húmedo, pero evitar el encharcamiento, ya que esto puede pudrir las raíces. En invierno, reduce la frecuencia de riego.

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Suelo: Prefiere suelos ricos en materia orgánica, bien aireados y ligeramente ácidos. Un buen drenaje es crucial para evitar el estancamiento del agua en las raíces.

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Temperatura: El copihue se adapta bien a climas templados y frescos. No soporta temperaturas extremadamente altas ni heladas, por lo que se recomienda protegerlo de vientos fríos y heladas intensas.

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Fertilización: Durante la temporada de crecimiento (primavera y verano), se puede fertilizar mensualmente con un fertilizante balanceado. Sin embargo, no requiere una fertilización excesiva.

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Poda: La poda ligera es recomendable para controlar su tamaño y forma. Se deben eliminar las ramas secas o dañadas para fomentar un crecimiento más saludable y vigoroso. Además, una poda después de la floración ayudará a mantener la planta ordenada y promoverá una nueva floración.

El copihue es una opción excelente para jardines donde se busca una planta ornamental única, especialmente por su belleza y su significado cultural en Chile. Su capacidad de trepar y florecer de manera exuberante la convierte en una opción ideal para pérgolas, cercos, muros, o incluso para macetas colgantes.